¿Por qué esta crónica?

Todos quienes me conocen me preguntan si ya soy estatal, si ya las oficinas "se llenaron de chicos de La Cámpora con sueldazos" (literal), cómo se vive la intervención por dentro.
O peor, imaginan que toda la situación me incomoda y no preguntan nada,
pero sus ojos preguntan.


Y yo, mientras el lunes salía frente a las cámaras pensé
    qué les diría a todos
      qué pienso en realidad de todo este asunto
         y en particular cómo encarar esta nueva responsabilidad de ahora en adelante.

Por eso esta crónica.

En el comienzo indiqué que no era el objetivo que tuviese sesgo político, y lo mantengo. Todo lo que aparezca en bastardilla son mis pensamientos, mis ideas personales como ser humano y argentino clase media con el doble priviliegio de tener un empleo y encima en una empresa tan importante para el futuro del país.

Y para que quede claro desde el principio:
  • No estoy afiliado al Frente para La Victoria, al PJ ni a La Cámpora, aunque apoye y celebre muchas de las cosas que hizo este gobierno en su continuidad.
  • No soy opositor, no tampoco apoyo ni milito en otra agrupación, aunque señale y deplore muchas cosas que hizo este gobierno en su continuidad, y también otras que no hizo.
  • No odio a quienes militan en el partido que sea. Me parece muy noble la militancia, el entregarse una idea. Si encontrase alguien que representara mi sentir, seguro también yo me afiliaría.
  • Tampoco odio a quienes buscan cualquier oportunidad para criticar a quienes no piensan como ellos.
Por todo esto, no me involucraré en peleas bajas, sólo en las discusiones que aporten algún valor a la crónica.

Entiendo que la política, al igual que el fútbol, genera pasiones incontrolables, y si se añade el ingrediente YPF, todavía más. Pero no esperen de mi una respuesta quienes escriban las palabras "KK", "Cipayos", "Gorilas", "Cabezas", etc.

No borraré ni moderaré este tipo de entradas porque todos tienen derecho a la expresión, simplemente quedarán sin responder. Sugiero a ustedes que hagan lo mismo.

Estoy solucionando unos pequeños problemas con el correo de la persona que me ayuda con las cosas técnicas, ya que jamás antes en mi vida incursioné en el tema de los blogs, y entonces saldrá mi "Carta abierta de un empleado de YPF", que es el corazón de esta crónica.

En las siguientes entregas, narraré el acontecer de las cosas desde adentro sin violar ninguna de las normas de la intervención (sí, ya tenemos directrices que cumplir) ni filtrar ninguna información no autorizada.

Como indiqué al principio, esta es tan sólo una humilde crónica.

Nos vemos.

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